El proyecto parte de la intención del cliente de desarrollar un espacio en dónde localizar el área administrativa de su empresa. El objetivo inicial se basa en mostrar mediante la arquitectura interior de las oficinas una faceta sofisticada y elegante sin que al mismo tiempo se deje a un lado la actividad económica principal que se desarrolla en la empresa, que es netamente agrícola (venta de insumos agrarios y semillas). A partir de esa idea, se establece que la búsqueda conceptual debe partir de la idea de que las actividades de los clientes se dan en el exterior, por ende, deben formar parte de la arquitectura interior para identificar el que hacer de la empresa mediante sus áreas de trabajo (oficinas).

La complejidad del concepto se da en cómo salir hacia un interior, es decir, cómo generar la sensación de salir, siendo que se está entrando. Se determina entonces “El Invernadero” como el modelo análogo de funcionamiento, ya que es el ejemplo por excelencia de la naturaleza contenida en un interior, y propone un hipótesis de cómo entrar para luego salir mediante una exclusa que cumple con funciones de desinfección, pero que, al mismo tiempo, funciona como un preámbulo entre el exterior y la naturaleza contenida.

Entendido todo lo anterior, se genera un diseño tipo esclusa mediante el cual se accede a un espacio neutral (Recepción), para luego salir hacia las áreas de trabajo. Siguiendo la tendencia, se manejan materiales como ladrillo, concreto y acero para dar una sensación de exterior en el interior. De esta manera, el usuario entra para salir mediante un juego de esclusas que lo conducen a los diferentes espacios del proyecto.